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martes, 15 de mayo de 2012

Fotos de la exposicion " Recuperacion Abstracta" del Artista Daniel Marin y de la Artista Pilar Baeza... en la sala de exposiciones HYBRIS ARTE EN CONSTRUCCION que duro del 3.5.2012-10.5.2012
 Alberto
 Jesus y Bety
 La reina y la princesa
 El equipo Sandro Ferrone Murcia, Markus Renz, Daniel Marin
 Pilar Baeza y Daniel Marin
 Daniel Marin y Raquel Pando
 Daniel Marin con Pilar Baeza
 Miguel Angel A.H. y la cantante Raquel Pando
 El Pintor y La Cantante
 Teresa y Pilar vestidas de Sandro Ferrone
 Paco Ruiz, Fran Vera Meseguer y amigos
 Daniel Marin Alcazar y Raquel Pando Nicolas
 Los 3 Gansos
 Markus Renz, Raquel Pando, Daniel Marin, Miguel Angel A.H.
 Paco Ruiz Espinosa y Maria Elena Valcarcel Cruz
 Rakelita
 Rakelita Pandi y Miguel Angel
 Jesus y Betty
 Carmen Alcazar Hernandez, Natasha, Betty, Daniel Marin, y amigas
 Fernando Sevilla, Daniel Marin, Luis Alcaraz
 Maria Elena Valcarcel Cruz, Mari Carmen Espinosa, Piedad Espinosa, Chiqui Espinosa
 Javi, Carmen, Miguel (hmmm que rico el quesico)
 El Arquitecto Luis Chamizo, Daniel Marin, Macarena Perona
El Periodista Manuel Herrero Carcelen y los artistas Pilar Baeza Lopez y Daniel Marin
Doctor Frey
Luis Alcaraz
Daniel y Pilar
Pili y Dani con Josefa dueña del espacio Hybris
Rocio y Sagrario Rocamora
Daniel Marin Alcazar y Maria Elena Valcarcel Cruz
Carlos Polo Gonzales y su novia....

jueves, 5 de abril de 2012

Apolo



Me rindo ante la belleza
contemplando una obra
salidas de las entrañas
de un pecho estallando en manatial.
Naturaleza de colores
solidaria;
Esa que te arranca sin querer
una lágrima.

Poema Carmen Miralles


Autor: Daniel Marin
Medidas: 140x100 cm
Titulo: Apolo, dios de la inspiracion artistica.
Tecnica: Acrilico / Esmalte sintetico sobre lienzo
Piedras: Calidad gema: 2 cuarzos citrinos grandes.


Historia de APOLO:


Apolo Licio, copia romana antigua de un original griego del siglo IV a. C. (Museo del Louvre)
Apolo (en griego antiguo Ἀπόλλων Apóllōn o Ἀπέλλων Apéllōn) es uno de los más importantes y polifacéticos dioses olímpicos de la mitología griega y romana.
El ideal del kurós (joven imberbe), Apolo ha sido reconocido variadamente como dios de la luz y el sol; la verdad y la profecía; el tiro con arco; la medicina y la curación; la música, la poesía y las artes; y más. Apolo es hijo de Zeus y Leto y hermano mellizo de la cazadora virgen Artemisa. Es conocido como «Apulu» en la mitología etrusca, influenciada por la griega. Apolo fue adorado en la antigua religión griega y en la romana, así como en el neohelenismo moderno.
Como patrón de Delfos (Apolo Pitio) era un dios oracular, la deidad profética del Oráculo de Delfos. La medicina y la curación estaban asociadas con él, ya fuera directamente o por mediación de su hijo Asclepio. También era visto como un dios que podía traer la enfermedad y la plaga mortal, además de tener el poder de curarla. Entre sus cargos custodios Apolo tenía dominio sobre los colonos y era el patrón defensor de rebaños y manadas. Como jefe de las Musas (Apolo Musageta) y director de su coro actuaba como dios patrón de la música y la poesía. Hermes creó la lira para él, y el instrumento se convirtió en un atributo común de Apolo. Los himnos cantados en su honor recibían el nombre de peanes.
En la época helenística, especialmente durante el siglo III a. C., pasó como Apollo Helios a ser identificado por los griegos con Helios, dios del sol, y de forma parecida su hermana se equiparó con Selene, diosa de la luna.[1] Sin embargo, en los textos latinos Joseph Fontenrose se declaró incapaz de hallar mezcla alguna de Apolo con Sol entre los poetas augustos del siglo I, ni siquiera en las conjuraciones de Eneas y Latino en la Eneida.[2] Apolo y Helios/Sol permanecieron como seres separados en textos literarios y mitológicos hasta el siglo III.
ODIN




Artista o creador
la vision existe.
La visión cerca de un ojo errante
y embutido de sensibilidad y color
dirán si eres bueno o no.

Poema Carmen Miralles

Autor: Daniel Marin
Medidas: 146x146 cm
Titulo: Odin, (dio en prenda su ojo izquierdo a cambiio de la sabiduria divina)
Tecnica: Esmalte Sintetico sobre lienzo

Historia de ODIN:

Odín (nórdico antiguo Óðinn) o Wotan, es considerado el dios principal de la mitología nórdica y algunas religiones etenas.
Su papel, al igual que el de muchos dioses nórdicos, es complejo. Es el dios de la sabiduría, la guerra y la muerte. Pero también es considerado, aunque en menor medida, el dios de la magia, la poesía, la profecía, la victoria y la caza.
Odín residía en el
Asgard, en el palacio de Valaskjálf, que construyó para sí y donde se encuentra su trono, el Hliðskjálf, desde donde podía observar lo que sucedía en cada uno de los nueve mundos.[1] En la batalla blandía su lanza, llamada Gungnir, y montaba su corcel de ocho patas, llamado Sleipnir.
Era hijo de
Bor y de la giganta Bestla, hermano de Vili y ,[2] esposo de Frigg y padre de muchos de los dioses[3] tales como Thor, Baldr, Vidar y Váli. En la poesía escáldica se hace referencia a él con infinidad de kenningar y uno de los que se utiliza para mencionarlo es Allföðr ("padre de todos").[4]
Como dios de la guerra, se encargaba de enviar a sus hijas, las
valquirias, a recoger a los guerreros heroicos muertos en batalla,[5] los einherjer, que se sientan a su lado en el Valhalla donde preside los banquetes. En el final de los tiempos Odín guiará a los dioses y a los hombres contra las fuerzas del caos en la batalla del fin del mundo, el Ragnarök. En esta batalla el dios será muerto y devorado por el feroz lobo Fenrir, el cual será inmediatamente muerto por Vidar, quien le desgarrará las fauces y colocará un pie en la garganta.[6]

Odín representa la evolución de la deidad
protogermánica *Wōđinaz o *Wōđanaz[7] [8] cuyo nombre derivó en Óðinn, en nórdico antiguo y en Woden, en anglosajón.
El cronista germano
Adán de Bremen, en su obra Gesta Hammaburgensis ecclesiae pontificum, hace referencia al dios que adoraban los paganos escandinavos del siglo XI como Wodan id est furor ("Wodan, que significa furor").[9] [10] Una alternativa etimológica obsoleta a la cual se adhirieron muchos de los primeros escritores incluyendo Cornelius Agrippa en su Libri tres de occulta philosophia, es darle la misma raíz que la palabra "god" (dios), de su forma protogermánica *ǥuđ-. Esta no es una teoría sostenible, según la mayoría de los académicos modernos, excepto para el nombre lombardo Godan, que puede tener sus raíces en *ǥuđanaz.
Óðinn está relacionado con la palabra óðr, que en nórdico antiguo tiene dos significados. Como
adjetivo significa "loco, frenético, furioso o violento"[11] y es cognado de la palabra anglosajona wōd. El sustantivo significa "mente, sabiduría, alma o sensibilidad" y "canción o poesía"[11] y es cognado con la palabra anglosajona wōþ.[12] En palabras compuestas, óð- significa "violentamente enérgico" (e.g. óð-málugr "hablar de manera violenta o muy excitado").

[editar] Características


Ilustración de Odín por Arthur Rackham para la ópera Die Walküre de Richard Wagner.
Odín es una deidad ambivalente. Las connotaciones nórdicas antiguas de la edad vikinga para Odín están relacionadas con la "poesía y la inspiración" así como con la "furia y la locura".
Es el dios del conocimiento; sacrificó uno de sus ojos en el
pozo de Mimir, para de este modo poder acceder a la sabiduría de los años, y era quien daba a los poetas valerosos la hidromiel de la inspiración hecha por los enanos, de la vasija llamada Óð-rœrir.[13]
También es asociado con el concepto de la cacería salvaje, Asgardreid, un estrepitoso y rugiente movimiento a través del cielo, donde lidera las huestes de los guerreros muertos.[14]
En consistencia con esto,
Snorri Sturluson, en la Edda prosaica, describe a Odín dándole la bienvenida a los guerreros que han muerto heroicamente en batalla, en su residencia, el Valhalla, que interpretado literalmente significa "salón de los muertos en combate".
Además es el dios de la guerra, apareciendo a través de muchos mitos nórdicos como quien traía las victorias. En las
sagas nórdicas, Odín a veces actúa como un instigador de conflictos bélicos, y se decía que era capaz de comenzarlos con tan solo arrojar su lanza, Gungnir. También enviaba a las valquirias para influir en las batallas y obtener el resultado que deseaba. En ocasiones podía aparecer en los campos de batalla como el líder de los nórdicos, llevando en los hombros dos cuervos, llamados Hugin y Munin (pensamiento y memoria respectivamente), y acompañado por dos lobos, llamados Geri y Freki.
Odín está asociado a las trampas y engaños. Es un transformista, capaz de alterar su forma a gusto.[15] Se relata que viajó por la tierra como un hombre viejo, tuerto, con barba gris, usando un sombrero de ala ancha y con un abrigo azul oscuro.[16] También realiza prácticas mágicas, como lo es el
seid.[17]

[editar] Sabiduría

Siendo uno de los dioses más antiguos, creador del mundo y de los hombres, Odín es el señor de la sabiduría, experto en todas las cosas desde el principio de los tiempos. Ha aprendido todas las artes y luego los hombres han aprendido de él. Entre los muchos epítetos de Odín, muchos hacen referencia a su gran sapiencia, y ha sido llamado Fjölnir y Fjölnsviðr ("gran sabio"), Sanngetall ("quien intuye la verdad"), Saðr o Sannr ("quien dice la verdad"), Forni ("conocedor de lo antiguo") y Fornölvir ("sacerdote antiguo").

Odín observa el cuerpo decapitado de Mímir. Ilustración para la edición sueca de la Edda poética de Fredrik Sander.
La sabiduría de Odín es fruto del conocimiento, la magia y la poesía, todo a la vez. Es conocedor de los misterios de los nueve mundos y de sus orígenes, pero también del destino de cada uno de los hombres, así como de su propio destino y el del universo.
Odín disfruta compitiendo en discusiones con los individuos más sabios. Bajo el disfraz de Gágnraðr ("victoria"), arriesgó su vida cuando el gigante
Vafþrúðnir, cuya erudición era ampliamente reconocida, lo desafió en un duelo de sabiduría sobre el pasado, el presente y el futuro del mundo. El gigante contestó rápidamente a todas las preguntas, pero Gágnraðr al final preguntó qué fue lo que el dios Odín susurró al oído de su hijo Baldr en su pira funeraria. Vafþrúðnir, en este punto, reconoció la identidad de Odín, ya que una regla era que quien hacía una pregunta debía conocer la respuesta, y esta respuesta era conocida solamente por el propio dios. Así, el gigante perdió el duelo.[18]
En otra ocasión, haciéndose pasar por un hombre llamado
Gestumblindi ("huésped ciego"), el dios desafió a un rey llamado Heiðrekr, a un duelo de adivinanzas. Tras una serie de preguntas que ambos contestaron sin dificultad, Odín realizó la misma pregunta que había hecho a Vafþrúðnir. Ante esta pregunta, el rey intentó matarlo, pero el dios escapó bajo la forma de un halcón.[19]
Odín se aventuró hasta el
pozo de Mimir, cerca de Jötunheim, la tierra de los gigantes bajo la apariencia de un caminante llamado Vegtamr. Mímir, que vigilaba el pozo, para permitirle beber de éste le pidió que sacrificara su ojo izquierdo, siendo esto un símbolo de su voluntad por obtener el conocimiento. Mientras bebía vio todo el sufrimiento y los problemas que los hombres y los dioses deberían soportar, pero también vislumbró por qué era necesario que esto sucediera.
El sacrificio del mayor de todos los dioses es un tema recurrente en la mitología nórdica. A este respecto cabe mencionar que también
Tyr sacrificó su mano para así poder encadenar a Fenrir. El ojo de Odín permanece en el fondo de dicha fuente, de la cual el mismo Mímir bebe cada día. De aquella mutilación autoinfligida derivan los epítetos de Bileygr ("tuerto") y Báleygr ("ojo faltante"). Odín conserva la cabeza de Mimir, que fue decapitado por los Vanir durante su enfrentamiento con los Æsir, y logra hacerla hablar por medio de la magia, siendo una fuente inagotable de conocimientos que le revela las noticias de lo que sucede alrededor del mundo.[20]

Gucumatz



Ando por los bancales
tomando el sol.
En los matorrales
color de otoño,
los saltamontes y caracoles
andan a su antojo
por el hinojo.

Poema Carmen Miralles


Autor: Daniel Marin
Medidas: 146x146 cm
Titulo: Gucumatz, dios Maya de los huracanes.
Tecnica: Mixta acrilico / Esmalte sintetico sobre lienzo.
Piedras calidad gema: 2 amatistas

Historia de Gucumatz:
Kukulkán es un importante dios en la mitología maya, (maya: k'u uk'ulkan, «pluma y serpiente»)?[1] o Mukú-leh-chan (culebra con plumas) entre los maya-chontales de Tabasco,[2] también es conocido como Gucumatz en la mitología quiché (quiché: Q'uk'umatz, «serpiente emplumada»)?. Es referido con este último nombre en el Popol Vuh como un dios creador del universo junto a Tepew.
Para algunos investigadores este dios es el mismo Quetzalcóatl (náhuatl: Quetzalcōātl, «serpiente emplumada»)? de los aztecas y proviene de la cultura tolteca, para otros proviene de la cultura olmeca.[1] En todo caso su origen es muy anterior a los mayas de la Península de Yucatán y a los Itzáes, fundadores de Chichén Itzá en el siglo VI, en donde se le erigió una pirámide para señalar su descenso en el ciclo agronómico y político de los mayas peninsulares. La presencia de la serpiente emplumada como símbolo deífico es omnipresente en toda Mesoamérica.
En el yacimiento arqueológico de Chichén Itzá se le puede observar como una serpiente formada como efecto de luz y sombra que desciende por la alfarda de la escalinata principal del edificio construido para su adoración, durante la jornada equinoccial de marzo y septiembre. Fue una deidad rápidamente asimilada por la aristocracia, a pesar que se incorporó al panteón maya en una época tardía.
..."Decían y tenían muy creído, que el postrer día bajaba Cuculcán del cielo y recibía los servicios, vigilias y ofrendas. Llamaban a esta fiesta Chickabán..."
Relación de las cosas de Yucatán, Diego de Landa (1566).[3]
Aparece como una de las divinidades creadoras bajo el nombre de Gucumatz en el Popol Vuh, libro considerado como la biblia de los mayas k'iche's, también aparece como deidad de los vientos con el nombre de Ehécatl en la estela 19 de Ceibal. Alcanzó especial trascendencia en la península de Yucatán, donde fue venerado por los mayas itzáes en Chichén Itzá, por los mayas cocomes en Mayapán y por los mayas tutl xiúes en Maní, en todas estas ciudades se construyeron templos en su honor.
De acuerdo a los testimonios descritos por Diego de Landa, los mayas decían que Kukulkán existió como una persona que llegó del poniente, antes, después, o al mismo tiempo de que los itzáes llegaran a Chichén Itzá. En su partida, se detuvo en Champotón, donde también se erigió un templo en su honor, junto al mar, para posteriormente seguir su camino hacia el altiplano de México.

Kukulkán es el nombre maya de Quetzalcóatl, personaje importante en el período posclásico de los mayas, en el libro sagrado Popol Vuh se le conoce como "Gukumatz". Aquí lo vemos en un dibujo de un bajorrelieve de Yaxchilán.
En cuanto a sus diferencias con respecto a Quetzalcóatl, parece que muchas de ellas se debían a las diferencias climáticas entre ambas regiones. Para los Aztecas, Quetzalcóatl no sólo era el Señor del Sol, sino el propio Dios-Sol del país. Kukulcán además tiene los atributos de un Dios-Trueno. En el clima tropical de Yucatán y Guatemala, el Sol al mediodía parece dibujar las nubes de su alrededor con formas serpenteantes; de éstas emanan el trueno, la luz y la lluvia, por lo que Kukulkán parecería haber atraído a los mayas más como un dios del cielo que como un dios de la propia atmósfera, a pesar que muchas veces las estelas del Yucatán representan a Kukulkán con el aire saliendo de su boca, como muchas representaciones mexicanas de Quetzalcóatl.
Kukulkán, del que hablan los arqueólogos, es la deidad que más frecuentemente aparece en los manuscritos del Códice de Dresde y otros. Tiene la nariz larga y truncada, como la de un tapir, y en él se encuentran todos y cada uno de los signos de un dios de los elementos. Camina sobre el agua, maneja antorchas ardientes y se sienta en el árbol cruciforme de los cuatro vientos que con tanta frecuencia aparece en los mitos americanos. Evidentemente es un dios del cultivo y héroe, puesto que se le ve plantando maíz, llevando herramientas y continuando un viaje, hecho que establece su conexión solar.
Según las crónicas mayas, Kukulkán, al igual que Quetzalcóatl, es el conquistador que llegó a Yucatán por el mar desde el oeste, hacia finales del siglo XI, y se convirtió en caudillo y fundador de su civilización. De la fusión de los dos mitos, Kukulkán aparece como el señor del viento y de la lluvia porque rige y gobierna la nave que le condujo a Yucatán y al pueblo que fundó.

HERMES




Ojo plateado de luna,
visión ágil y nocturna.
en el fondo negro infinito...
figuras irregulares
navegando en diferentes colores.
El ojo de Hermes mira.

Poema Carmen Miralles


Autor: Daniel Marin
Tamaño: 100x160 cm
Titulo: Hermes, el mensajero de los dioses.
Tecnica: Acrilico / Esmalte sintetico / Spray sobre lienzo de lino


Historia de HERMES:

El rasgo principal en las tradiciones sobre Hermes consiste en su papel de heraldo de los dioses, puesto éste en el que aparece incluso en los poemas homéricos, compartiendo esta función con Iris. Un intérprete que cruza las fronteras con extraños es un hermeneus (έρμενευς). De Hermes procede la palabra «hermenéutica» para el arte de interpretar los significados ocultos. En griego un hallazgo afortunado era un hermaion (έρμαιον).
Su carácter original de divinidad de la naturaleza pelasga o arcadia desaparece gradualmente en las leyendas. Como heraldo de los dioses, preside sobre la habilidad en el uso de la palabra y la elocuencia en general, pues los heraldos son oradores públicos en las asambleas y otras ocasiones.[3] Como diestro orador, era especialmente empleado como mensajero, cuando se requería elocuencia para lograr el objeto deseado.[4] De ahí que las lenguas de los animales sacrificados le fueran ofrecidas.[5] Como los heraldos y mensajeros solían ser hombres prudentes y circunspectos, Hermes era también el dios de la prudencia y la habilidad en todas las relaciones de intercambio social.[6] Estas cualidades estaban combinadas con otras parecidas, tales como la astucia, tanto en las palabras como en las acciones, e incluso el fraude, el perjurio y la inclinación al robo. Los actos de este tipo eran cometidos por Hermes siempre con cierta habilidad, destreza e incluso elegancia.[7] Según el prominente folclorista Meletinskii, Hermes es un tramposo deificado.[8] Concedía los poderes que él mismo poseía a los mortales y héroes que gozaban de su favor, así como a todos los que tenía bajo su especial protección o eran llamados hijos suyos.[9]
Como inventor del fuego,[10] Hermes es un paralelo con el titán Prometeo. Además de la siringa y la lira, Hermes inventó varios tipos de carreras y el deporte de la lucha, y por esto fue nombrado patrón de los atletas.[11]
Hermes también actuaba como un psicopompo o guía de los difuntos, a quienes ayudaba a encontrar su camino hasta el Inframundo griego. En muchos mitos griegos, Hermes es representado como el único dios además de Hades y Perséfone que podía entrar y salir del Inframundo sin problemas. Además de escoltar a los muertos, Hermes solía ayudar a los viajeros a tener un viaje seguro y sin contratiempos. Muchos griegos le dedicaban sacrificios antes de viajar.[12]
Sus símbolos eran el gallo y la tortuga, y puede ser reconocido por su monedero o bolsa, sus sandalias aladas, su pétaso (sombrero de ala ancha) y su caduceo o vara de heraldo. Hermes era el dios de los ladrones porque era muy astuto y perspicaz, y porque él mismo fue un ladrón desde la noche en que nació, cuando se escapó de Maya y se fugó para robar el ganado de su hermano mayor Apolo.
En la adaptación romana de la religión griega (véase interpretatio romana), Hermes fue identificado con el dios romano Mercurio, quien, aunque heredado de los etruscos, desarrolló muchas características parecidas, como ser el patrón del comercio. En la interpretación griega de los dioses egipcios, se lo equipara a Tot.


Shiva


Shiva mira sentado en el tiempo,
pelo azabache con adornos de pedrería,
oro en las muñecas, uñas de nácar,
manos en divina armonía
y en la frente corales rojos.
Ojos esmeraldadas proyectan sabiduría.

Poema Carmen Miralles




Medidas: 100x100 cm
Titulo: Shiva el dios de la destruccion Regeneradora
Tecnica: Acrilico / Esmalte acrilico / Spray sobre lienzo
Piedras Calidad gema: Un cuarzo citrino grande
Autor: Daniel Marin


Historia de SHIVA:
En el shivaísmo (o religión śaiva o śaivita) la deidad principal es Shivá-Rudra, y en la que Brahmá y Visnú son considerados dioses menores.
En la religión védica más antigua, la única deidad destructora era Rudra (‘terrible’), pero posteriormente en el hinduismo se volvió usual darle a ese dios el nombre eufemístico de Shivá, ‘auspicioso’ (así como en Grecia a las Furias se las terminó llamando Euménides, ‘las Gracias’).
En su calidad de destructor, a veces se le llama Kāla (‘negro’), y es entonces identificado con el tiempo, aunque su función destructiva activa es entonces asignada a su esposa bajo el nombre de Kali. Como deidad de la reproducción (concomitante a la destrucción), el símbolo de Shivá es un monolito de piedra o de mármol llamado lingam.
Originalmente había doce shivá-linga, siendo los más conocidos los de Soma-nātha (en Guyarāt), Mahā-kāla (en Ujjayinī) y Visuésvara (en Benarés). A finales del siglo XIX, en India se estimaba que había más de 30 millones de linga.[1]
Shivá tiene tres ojos, uno de los cuales está en medio de su frente (denotando su capacidad de ver las tres divisiones del tiempo: pasado, presente y futuro), su piel es de color azul grisáceo (cubierta de cenizas).
Una luna en cuarto creciente situada sobre su frente representa la división del tiempo en meses, una serpiente alrededor de su cuello representa la división en años y un collar de calaveras la sucesiva extinción y generación de las razas de la humanidad.
Tiene varias serpientes enroscadas en sus brazos, su cabello está enredado en varias matas sobre su cabeza y forma un rodete en punta sobre la frente. Encima de este hueco se ve el rebote y la materialización del río Ganges (la madre Gangā, ‘la Rápida’ o literalmente ga-n-gā ‘va y va’), a quien él intercepta en su eterna caída invisible desde el cielo (en Gangotri, un glaciar de los montes Hima-alaya o ‘morada del hielo’) para evitar que hundiera la Tierra por su fuerza.
Cuando los dioses batieron el océano de leche para generar el néctar que los volvería inmortales, se generó también una cierta cantidad de veneno. Shivá se lo bebió para salvar a los devas, por eso su garganta adoptó un color azul y él fue llamado Nila Kantha (‘cuello azul’).
En una de sus cuatro manos sostiene un tri-shūla o tridente (también llamado Pināka). Los shivaístas creen que denota su combinación de los tres atributos de Creador, Destructor y Regenerador. También sostiene un tamborcito damaru (con forma de reloj de arena).
Sus sirvientes se llaman pramathas (‘atormentadores’) y son considerados seres sobrenaturales, quienes forman tropas (gana), cuyo líder es el hijo de Shivá: Ganesha (‘señor de las tropas’) o Ganapati (‘líder de las tropas’), representado como un muchacho regordete con cabeza de elefante.