Gucumatz
Ando por los bancales
tomando el sol.
En los matorrales
color de otoño,
los saltamontes y caracoles
andan a su antojo
por el hinojo.
Poema Carmen Miralles
Autor: Daniel Marin
Medidas: 146x146 cm
Titulo: Gucumatz, dios Maya de los huracanes.
Tecnica: Mixta acrilico / Esmalte sintetico sobre lienzo.
Piedras calidad gema: 2 amatistas
Historia de Gucumatz:
Kukulkán es un importante dios en la mitología maya, (maya: k'u uk'ulkan, «pluma y serpiente»)?[1] o Mukú-leh-chan (culebra con plumas) entre los maya-chontales de Tabasco,[2] también es conocido como Gucumatz en la mitología quiché (quiché: Q'uk'umatz, «serpiente emplumada»)?. Es referido con este último nombre en el Popol Vuh como un dios creador del universo junto a Tepew.Para algunos investigadores este dios es el mismo Quetzalcóatl (náhuatl: Quetzalcōātl, «serpiente emplumada»)? de los aztecas y proviene de la cultura tolteca, para otros proviene de la cultura olmeca.[1] En todo caso su origen es muy anterior a los mayas de la Península de Yucatán y a los Itzáes, fundadores de Chichén Itzá en el siglo VI, en donde se le erigió una pirámide para señalar su descenso en el ciclo agronómico y político de los mayas peninsulares. La presencia de la serpiente emplumada como símbolo deífico es omnipresente en toda Mesoamérica.
En el yacimiento arqueológico de Chichén Itzá se le puede observar como una serpiente formada como efecto de luz y sombra que desciende por la alfarda de la escalinata principal del edificio construido para su adoración, durante la jornada equinoccial de marzo y septiembre. Fue una deidad rápidamente asimilada por la aristocracia, a pesar que se incorporó al panteón maya en una época tardía.
..."Decían y tenían muy creído, que el postrer día bajaba Cuculcán del cielo y recibía los servicios, vigilias y ofrendas. Llamaban a esta fiesta Chickabán..."Aparece como una de las divinidades creadoras bajo el nombre de Gucumatz en el Popol Vuh, libro considerado como la biblia de los mayas k'iche's, también aparece como deidad de los vientos con el nombre de Ehécatl en la estela 19 de Ceibal. Alcanzó especial trascendencia en la península de Yucatán, donde fue venerado por los mayas itzáes en Chichén Itzá, por los mayas cocomes en Mayapán y por los mayas tutl xiúes en Maní, en todas estas ciudades se construyeron templos en su honor.
Relación de las cosas de Yucatán, Diego de Landa (1566).[3]
De acuerdo a los testimonios descritos por Diego de Landa, los mayas decían que Kukulkán existió como una persona que llegó del poniente, antes, después, o al mismo tiempo de que los itzáes llegaran a Chichén Itzá. En su partida, se detuvo en Champotón, donde también se erigió un templo en su honor, junto al mar, para posteriormente seguir su camino hacia el altiplano de México.

Kukulkán es el nombre maya de Quetzalcóatl, personaje importante en el período posclásico de los mayas, en el libro sagrado Popol Vuh se le conoce como "Gukumatz". Aquí lo vemos en un dibujo de un bajorrelieve de Yaxchilán.
Kukulkán, del que hablan los arqueólogos, es la deidad que más frecuentemente aparece en los manuscritos del Códice de Dresde y otros. Tiene la nariz larga y truncada, como la de un tapir, y en él se encuentran todos y cada uno de los signos de un dios de los elementos. Camina sobre el agua, maneja antorchas ardientes y se sienta en el árbol cruciforme de los cuatro vientos que con tanta frecuencia aparece en los mitos americanos. Evidentemente es un dios del cultivo y héroe, puesto que se le ve plantando maíz, llevando herramientas y continuando un viaje, hecho que establece su conexión solar.
Según las crónicas mayas, Kukulkán, al igual que Quetzalcóatl, es el conquistador que llegó a Yucatán por el mar desde el oeste, hacia finales del siglo XI, y se convirtió en caudillo y fundador de su civilización. De la fusión de los dos mitos, Kukulkán aparece como el señor del viento y de la lluvia porque rige y gobierna la nave que le condujo a Yucatán y al pueblo que fundó.
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